PRIMERA MENCIÓN ESPECIAL-
Inés Quilez de Monge
NATURALEZA
La esplendorosa magia de natura
ostenta su belleza sublime y placentera.
No hay nada más hermoso para el alma
que admirar su grandeza.
La inmensidad de sus azules mares,
que salpican y golpean grandes piedras,
o en elegantes playas veraniegas
acarician la arena.
Contemplar la mansedumbre de los lagos
con su grácil belleza,
los imponentes cerros y montañas
con sus níveas crestas.
Se calmarán como un suave remanso los espíritus
al contemplar los mil matices
que pinta la alborada.
O la suntuosa estampa que ofrece el sol en su caída
una tarde dorada.
Es tanto lo bello que nos obsequia el universo
y es cada día una gala.
¿Por que motivo artero los humanos corremos por el mundo
en busca de dinero, poder, lujuria vana?
Si sentados en la hierba fresca,
un tibio atardecer, nuestras almas se embriagan.
La esplendorosa magia de natura
ostenta su belleza sublime y placentera.
No hay nada más hermoso para el alma
que admirar su grandeza.
La inmensidad de sus azules mares,
que salpican y golpean grandes piedras,
o en elegantes playas veraniegas
acarician la arena.
Contemplar la mansedumbre de los lagos
con su grácil belleza,
los imponentes cerros y montañas
con sus níveas crestas.
Se calmarán como un suave remanso los espíritus
al contemplar los mil matices
que pinta la alborada.
O la suntuosa estampa que ofrece el sol en su caída
una tarde dorada.
Es tanto lo bello que nos obsequia el universo
y es cada día una gala.
¿Por que motivo artero los humanos corremos por el mundo
en busca de dinero, poder, lujuria vana?
Si sentados en la hierba fresca,
un tibio atardecer, nuestras almas se embriagan.
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