No soy poeta, amo la poesía y me apasiona escribir, expresar mis sensaciones, describir las bellezas del universo de la manera más poética que logro. Inés Quilez de Monge.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

POEMA DE SIETE VERSOS, "SOL"


Sol que te ocultas sigiloso

detrás de esas nubes altaneras.

Pintan de gris acerado el firmamento.

Amenazante se vislumbra la tormenta.

Cada vez más oscuras, más terribles,

cual tempestad que azotó  mi alma en pena

el día aquel que decidiste irte.


                                                      Inés Quilez de Monge

FESTEJO DEL DÍA DE LA PRIMAVERA EN EL "TALLER LITERARIO LETRAS Y SONIDOS"


jueves, 18 de septiembre de 2014

Poeta



¿Qué esperas poeta, sentado a tu mesa

con la hoja en blanco ante tu mirada?

Tu semblante triste, las flores marchitas

en ese florero que antes te alegrara.

El silencio asiste a tu esencia pura.

Imaginas  vuelos en el firmamento.

Son aves pequeñas en busca de ramas.

O tal vez son peces en un mar celeste

que baña las playas.

Juegan tus imágenes, revelan secretos.

Pero no consigues lo que tu alma espera.

Ven acá poeta, desplázate fuera.

Busca la alegría en la naturaleza.

Alza tu mirada sobre las montañas

con picos nevados y colores pétreos.

O en tanta  llanura con hierba mojada 

por tenue rocío del amanecer.

Ya escribes poeta? Las musas te acosan,

las palabras brotan como si dictara

tu alma generosa en pasiones ocultas.

Los versos te invaden se agolpan,

Echalos  al aire, que vuelen al cielo sin ningún temor.

Ese es tu designio amigo poeta, alegrar  el mundo.

Esparcir  poesías cubiertas de amor.
Inés Qilez de Monge

martes, 16 de septiembre de 2014

PRIMAVERA



Siento ansias de vivir dichosa,

será que vi incontables flores este día,

espero que aún cuando esas flores mueran, 

permanezca en mi alma la alegría.

Es que el rosal de blancas rosas se ha cubierto,

malvones y petunias, todo está florecido.

Plenamente rosado está el lapacho,

antes triste apagado, desvaído.

La santa Rita dispersó sus flores

para crear el más intenso colorido.

Cual demencial explosión el limonero,

de azahares revistió todas sus ramas,

su perfume envolvió el aire mañanero,

como arcano regalo a los que ama.

El trinar de los pájaros no cesa,

parques y plazas de niños se colmaron,

mi corazón sereno me insinúa,

me detenga un instante a contemplarlos.

En enigmático recuerdo surge mi familia,

mis hijos, amigos, mis hermanos.

Colme el Señor de tierna primavera 

el corazón de todos los que amo.





 Inés Quilez de Monge

jueves, 11 de septiembre de 2014

Poema a la Paz

POEMA A LA PAZ

 (Obtuvo mención en el 5º concurso Internacional UPF Argentina-Setiembre 2013.)


Si ves brillar estrellas en noches obscuras

y a quien te necesita tu ayuda le das,

estarás esparciendo, aún sin darte cuenta,

en campos expectantes, tu simiente de paz.

No devuelvas odios a quien te los arroje,

cual piedra ignominiosa, que hiere al estallar.

Devuelve bellas flores, de las más perfumadas,

y así sin persuadirte en tierra desbordada,

derramaras  tu ejemplo, en  semillas de paz.

No culpes al hereje, que ofensas no perdona.

Apiádate del hombre que no recibió amor,

no podrá amar a otros, con alma apasionada

y corazón sincero, aquel que en su camino,

jamás alguien lo amó.

Sigue abriendo  surcos, abonando la tierra,

camina por la vida sembrando obras de bien,

y ese campo fértil que es el mundo

recibirá tu impronta,

y tu mensaje pacífico  también.

A ti poeta humilde y cancionero,

maestro, trabajador, profesional,

elevemos todos juntos hasta el cielo,


¡nuestros más hermosos versos a la paz!



miércoles, 10 de septiembre de 2014

La Abuela

LA ABUELA

Por el ventanal de la vieja casa,

contempla la abuela el azul del cielo.

Recuerda los días en su amada Italia

con verdes praderas y mares lejanos.

En su sillón se mece, se duerme la anciana,

y sueña…serena, con tierras lejanas.

Con volver un día a su bella Patria,

divaga  la abuela, sin decir palabra.

Los años pasaron, se arraigó su alma.

En la nueva tierra nacieron sus hijos,

llegaron los nietos, surgió la esperanza.

Caminó la vida con todas sus ansias.

Con manos rugosas tejió sus quimeras.

Nostálgico sueño amasado en panes.

Con mirada dulce, sonrisa cansada.

Solía decirle: no dejes abuela

de mirar la vida desde tu ventana.

Pero un día aciago de un otoño frío,

se durmió la abuela, bajó las persianas.

Nos dejó el recuerdo, de su vida larga…

de tantos pesares y verdes campiñas,


de su bella Italia.


                           Inés Quilez de Monge