No soy poeta, amo la poesía y me apasiona escribir, expresar mis sensaciones, describir las bellezas del universo de la manera más poética que logro. Inés Quilez de Monge.

miércoles, 27 de abril de 2016

"PRIMERA MENCIÓN ESPECIAL" Certamen "Palabras que Brillan" Organizado por "Depto. de Jubilados, Unión de Docentes" Posadas. (Misiones) .- Trabajo premiado "NATURALEZA"



  


                 PRIMERA MENCIÓN  ESPECIAL-  Inés Quilez de Monge


  NATURALEZA

 
    La esplendorosa  magia de natura
ostenta su belleza  sublime y placentera.
No hay nada más hermoso para el alma
que admirar su grandeza.
La inmensidad de sus azules mares,
que salpican y golpean grandes piedras,
o en elegantes playas veraniegas
acarician la arena.
 Contemplar la mansedumbre de los lagos
con su grácil belleza,
los imponentes cerros y montañas
con sus níveas crestas.
Se calmarán como un suave remanso los espíritus
al contemplar los mil matices
que pinta la alborada.
O la suntuosa estampa que ofrece el sol en su caída
una tarde dorada.
Es tanto lo bello que nos obsequia el universo
y es cada día una gala.
¿Por que motivo artero los humanos corremos por el mundo
en busca de dinero, poder, lujuria vana?
Si sentados en la hierba fresca,
 un tibio atardecer, nuestras almas se embriagan.

martes, 26 de abril de 2016

Del 21/4 al 9/5 de 2016.- Feria del Libro en Soc. Rural de Buenos Aires.- Se exhibe el "Libro de los Talleres" N° 29- Con los Trabajos del Taller Literario "Letras y Sonidos"- El trabajo de mi autoría que se presenta es "La Playa"






LA PLAYA


En salobre magia de soles y arena

caminan felices tomadas sus manos

sobre suave playa, la niña y su abuela.

Las olas embisten, prorrumpen ufanas.

Agitan su espuma y luego, se aplacan

retroceden lento  borran las  pisadas.

Unas  ya cansinas, otras apuradas.

Sus miradas transitan por el horizonte

allí se confunden el cielo y el agua.

O en la blanca espuma del  mar encrespado,

furioso arremete contra la escollera,

ella, con empeño resiste su enfado. 

 Así como el tiempo borra con su paso

todas las tristezas, las penas del alma,

así el mar eterno en vaivén constante

borra toda marca, cavila la abuela.

La niña gozosa disfruta el momento

espera cada ola, con risas y saltos.

Cuando ya la tarde opaca su encanto

con suaves matices rosas y dorados,

el sol se recuesta sobre el mar lejano…

En su reposera descansa la abuela,

la niña se aloja sobre su regazo.

En la tibia tarde se duerme el verano.

Volverán mañana a caminar descalzas

sobre arena fresca que da la alborada,

una nueva ola besará la playa


 como cada día, borrará pisadas.