Poesías al Aire
No soy poeta, amo la poesía y me apasiona escribir, expresar mis sensaciones, describir las bellezas del universo de la manera más poética que logro. Inés Quilez de Monge.
domingo, 20 de diciembre de 2020
11° TALLER VIRTUAL - INVITACIÓN DE LA PROF. Beatriz Chiabrera de Marchisone. Est. Clucellas (Sta Fe)
IMAGEN PRESENTADA
LA NAVIDAD
La casa ya viste su gala, navidad se aproxima.
Llegarán los niños pequeños, con su magia infinita.
En el árbol vestido de fiesta, las luces titilan.
A sus pies se acumulan regalos,
con guirnaldas doradas se animan.
De la cocina de la abuela emana,
aroma a
vainilla.
En el horno se cuecen los panes
con amor y dulzuras de piñas.
Ya la noche desplegó su manto,
ya el silencio envuelve la casa.
La abuela desde su ventana,
observa en el cielo, estrellas doradas.
Allí elije la más grande y brillante,
la imagina en su árbol colgada.
A la vez que recuerda a sus nietos,
sabe que mañana vendrán a abrazarla.
Inés Q. de Monge
viernes, 13 de noviembre de 2020
8° TALLER LITERARIO VIRTUAL- ANTOLOGÍA -
Inés Quilez de Monge San Francisco (Córdoba- Argentina)
Luna Menguada
Camino la noche de oscuros recuerdos.
Levanto mi rostro, de pronto te veo,
luna pequeña, un tanto menguada.
Hice un barrilete de papel radiante,
con un cordel largo lo envié a tu falda.
Danzaban a tu lado millones de estrellas.
Aún escondido el sol te besaba.
Y una aureola de luces brillaba en tu cara.
Lunita menguada, aun así eres bella,
pequeña y curvada.
Mitigaste mis penas en la noche clara.
Con mil banderines en festejo vivo,
de varios colores en mi cuerda larga…
se fueron al cielo y hasta ti llegaron.
Me quedé extasiada mirando tu brillo.
Pero lentamente vi que te alejabas,
entre los anillos que te circundaban,
formaron un trompo de luces.
Un manto de nubes cobijó tu espalda
y así te dormías, sobre las montañas.
Inés Q. de Monge
lunes, 9 de noviembre de 2020
TERCER TERTULIA VIRTUAL "DE JUJUY AL MUNDO"
ASAMBLEA
Esta mañana muy temprano,
en el árbol del frente de mi casa,
los pajaritos estaban de asamblea.
Los escuché discutir y gritar con energía,
pero no supe cuál sería el tema.
Con estridente tono se expresaban,
no parecía una charla amena.
Desde mi cama ya sin poder dormir
por tanta algarabía desplegada,
en los árboles que adornan mi vereda.
Mi mente ya dispersa, insiste,
quise saber de esas sutiles aves
¿cuáles serían sus penas?
Ellos no piden aumento de jornales,
ni piden les cambien su tarea.
Ellos solo desean que el humano
no maltrate la naturaleza.
Se detenga el desmonte en los campos,
sin ninguna prevención siquiera.
O alguna chispa de un desprevenido
que produce en los bosques una quema.
Eso pensé de aquellos pajaritos preocupados
que gritaban temprano en mi vereda.
Abrí mi ventanal, y huyeron asustados,
yo esperé que volvieran.
Les dije dulcemente, vuelvan acá, no teman,
será éste el mejor lugar que encuentren,
en los árboles que adornan mi vereda.
“Imaginación”
domingo, 8 de noviembre de 2020
PRIMER ENCUENTRO VIRTUAL S.A.D.E. Filial San Francisco
"DIA DE LA POESÍA" 2020"
EXTRAÑO
Como extraño el aroma de los campos
cuando la lluvia riega los sembrados.
Ese olor a tierra humedecida
que deleita al sembrador esperanzado.
Extraño el molino que gira diligente
cuando el viento sopla sus aspas oxidadas.
Saca el agua de las entrañas de la tierra
que abreva la manada.
Extraño el dulzor de la granada bien madura
y el rojo carmesí de aquellos granos.
Higos y brevas de las plantas más antiguas
y las tunas mañaneras que extasiaban.
Ver los patos nadar en la laguna,
brillante espejo con realces blancos.
Extraño el llamado de mi madre, ansiosa
bajo la frondosidad del patio.
El piar estridente de las aves,
cuando buscan en el anochecer tibio descanso.
Son sellos que quedaron estampados
en la mágica esencia de mi alma.
Inés Q. de Monge
lunes, 2 de noviembre de 2020
Observo las olas que arremeten en la arena,
el sol de la mañana es un abanico de luz,
el
imponente mar ruge su eterna canción.
Mi
mente de poeta busca una musa,
creo
haberla encontrado.
Me
alerta algo extraño y luminoso.
Lleva
en su vientre un mensaje.
La
botella se bambolea, al compás de las olas,
un
recado de amor silencioso,
aletargado
de su cuna de arena.
Solo
los albatros en geométricos vuelos,
conocen
su viaje llevando esperanzas.
Un
secreto amor ansía leerlo.
Bajo
un cielo diáfano, cielo de verano,
llegará
a la playa, su corazón lo sabe.
Al
caer la tarde en ese cuadro inmenso
de
mar y de cielo, de arena y misterio,
se
abrirá ese cofre, se develará el enigma.
El
crepúsculo guarda nostalgias doradas.
Sus
últimas luces sobre el gran espejo,
sin
hablar me dicen, escribe poeta,
hoy
llegó el amor, entre olas inquietas,
y
en breves palabras.
Inés
Q. de Monge